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La frambuesa posee una corona perenne, que cada año emite ramas bienales,
erectas en el primer período vegetativo y después decumbentes bajo el peso
de la vegetación y los frutos. Los brotes jóvenes se denominan retoños,
después de la caída de hojas se llaman cañas fructíferas. Al final del
segundo período vegetativo, una vez que han fructificado, las cañas se
secan. En la mayoría de los casos la corteza de los tallos está provista de
numerosas espinas pequeñas.
Las raíces se encuentran preferentemente
en la parte más superficial del suelo. Las hojas son compuestas, de borde
aserrado, con 3 a 5 folíolos, de color verde intenso en el haz y gris
tormentoso en el envés y presentan un largo pecíolo.
Las flores son pequeñas, tienen una
corola compuesta de 5 pétalos blancos y poseen numerosos estambres y
pistilos. A partir de cada ovario fecundado se originará una pequeña drupa.
Las drupeolas agregadas entre sí constituyen el fruto.
Existen dos tipos de frambuesa: las que
fructifican una sola vez, durante el verano, sobre cañas que se han formado
durante el año anterior (cultivares uníferos) y las que dan dos cosechas,
una primera a finales de verano en la porción apical de los retoños formados
en el mismo período vegetativo y una segunda vez, a principios del verano
siguiente, en los brotes más bajos de las cañas (cultivares bíferos,
reflorecientes o remontantes).
Tanto los retoños como las cañas fructíferas pueden ser dañados seriamente por el viento. Cuando es constante puede provocar una excesiva deshidratación de los tejidos herbáceos con el consiguiente marchitamiento; cuando sopla con violencia puede producir la caída de los frutos maduros o la rotura de los brotes fructíferos en el punto de inserción sobre el tallo.
La frambuesa prefiere los suelos ricos en materia orgánica, de textura media, frescos, prácticamente libres de calcio activo (tolera hasta 5 - 6 %). El pH ideal es de alrededor de 6,5. No se adapta a suelos pesados, compactos, donde puede manifestarse clorosis y asfixia radicular.
Es el método más fácil y más empleado de multiplicación de la frambuesa. Los hijuelos se extraen durante el período de reposo vegetativo de la planta. Si el suelo no es demasiado pesado los hijuelos se sacan fácilmente, con un buen sistema radicular y se pueden plantar directamente. Dado el elevado número de hijuelos que se pueden obtener, se descartan los que tengan pocas raíces, eligiendo sólo los mejores, es decir los más vigorosos, de grueso calibre y provistos de una abundante cabellera radicular.
Para vivero las distancias de plantación normalmente recomendadas son de 1,20 a 1,50 m entre hileras y 0,20 a 0,30 m sobre la hilera. Se recomienda cosechar retoños solamente a partir del segundo año de plantación. La caña no es un buen elemento de multiplicación por ser muy gruesa y tener el sistema radical envejecido, lo cual hace difícil su prendimiento.
Multiplicación
por raíces
Debido a la facilidad de emitir brotes, la raíz es un muy buen medio de
propagación de la frambuesa.
La propagación por estacas de raíz es un método de multiplicación utilizado sobre todo por los viveristas; exige un mayor grado de cuidado pero puede proporcionar un mayor número de plantas. Para obtener plántulas a partir de estacas de raíz se preparan platabandas con tierra arenosa esterilizada, donde se "siembran" superficialmente los trozos de raíces. Se utilizan tanto las raíces gruesas como las finas; en el primer caso la longitud óptima de las estacas es de unos 15 cm mientras que para las otras es suficiente una longitud de 5 cm. Las ventajas de este sistema sobre el hijuelo son el mayor número de plantas que pueden obtenerse y la posibilidad de partir con raíces previamente desinfectadas.
A partir de las raíces pueden obtenerse brotes a los cuales posteriormente se les induce a formar su propio sistema radical, método llamado "brote etiolado".
Este sistema exige mayor tecnología, pero origina plantas más sanas y vigorosas debido al rejuvenecimiento de la plántula por desarrollar su propio sistema radical. La etiolación es la resultante de un crecimiento de partes vegetativas en completa o casi total ausencia de luz. La etiolación es sumamente eficaz para incrementar la formación de raíces adventicias en tejidos de tallos.
Al igual que en el sistema anterior, la mejor época de cosecha de raíces es junio - julio. Si se cosecha muy temprano, el desarrollo de brotes se favorece al guardar las raíces por 6 a 10 días a 4 - 5ºC. Las platabandas o camas se preparan con sustrato previamente esterilizado. La mezcla de tierra ideal es turba y arena (1:1).
La cama de siembra puede prepararse sobre mesones o en platabandas al aire libre, pero en este caso se deben tomar las debidas precauciones para evitar heladas o exceso de frío que atrasaría la salida de los brotes. El sustrato en la platabanda, con una altura de 7 - 10 cm, debe quedar perfectamente nivelado y apisonado. Las raíces se colocan densamente y se cubren con 4 - 5 cm de mezcla para inducir al brote a desarrollarse con la base perfectamente etiolada. La emisión de brotes comienza a los 15 - 20 días, procediéndose a cosecharlos cuando se han expandido 3 a 4 hojitas.
El corte se efectúa con una buena hoja de afeitar en la unión del brote con la raíz, debiendo ser plantado a la brevedad para evitar la deshidratación y oxidación de los tejidos. La bolsa de plantación es pequeña, basta una de 7 - 8 cm de diámetro por 10 - 12 cm de alto y debe llenarse con la misma mezcla usada en la platabanda. Las bolsas deben quedar a media sombra, para su enraizamiento. El sistema radical comienza a desarrollarse a los 10 días, presentando un buen desarrollo a los 45 días. Las plántulas pueden repicarse cuando la parte aérea ha alcanzado 10 - 15 cm de altura. El proceso, desde la "siembra" a la plantación en terreno, toma dos a tres meses, lo que obliga a plantar a fines de septiembre.
Plantación
Hay que evitar la plantación en suelos que han estado ocupados anteriormente
por Solanáceas, tales como papas, tomates, pimientos, berenjenas, etc., es
probable que contengan esporas del hongo que causa la verticilosis
(Verticillium spp.), las cuales pueden permanecer quiescentes hasta 4 a 5
años. Además, se ha observado una mayor
incidencia de Botrytis, tanto en el fruto como en la vegetación, en las
plantaciones con entrelíneas reducidas, posiblemente debido al ambiente
húmedo creado por los riegos y por la falta de aireación. Las frambuesas se plantan a la misma
profundidad a que estaban en el vivero y seguidamente son podadas a 4 - 5
yemas para estimular el desarrollo de brotes vigorosos. Es muy recomendable
desde todo punto de vista tener rapidez en la plantación, especialmente si
se trata de brotes etiolados, debido a la fecha tardía de plantación. Con el
sistema de hijuelos y plántulas de raíces, si se planta temprano, se tiene
la ventaja de no requerir riegos inmediatos a la plantación por estar el
suelo con suficiente humedad y no existir aún temperaturas elevadas. Sistemas de
Cultivo Además las cañas, atadas alternadamente
a izquierda y derecha de la V, logran una buena iluminación y ventilación
que favorece la formación de frutos de excelente calidad. Cuidados
culturales Laboreo del
Suelo Riego
Poda En el caso de los cultivares
reflorecientes se tiene una primera cosecha en la parte apical de los
rebrotes el mismo año de su formación y una segunda cosecha al año
siguiente, en la parte media y basal de las cañas. Estas variedades requieren de dos
podas: Después de la cosecha de diciembre, se
deben eliminar totalmente las cañas que fructificaron y las hojas basales
sobremaduras de los retoños. Además, si no se ha efectuado raleo primaveral
de retoños, se deben eliminar todos aquellos que son débiles, mal formados,
mal ubicados y los que se han desarrollado tardíamente. Además de la poda,
los renuevos se atan a los alambres respectivos. En junio o julio, de preferencia julio,
se efectúa la segunda poda. Tiene por objeto rebajar las ramas, cortando 1/3
de su longitud y dejándolas a 1,40-1,50 m de altura, según la variedad.
Además, debe hacerse un raleo de cañas, el cual se efectúa dejando solamente
8 a 12 por metro lineal y distanciándolas lo más uniformemente posible. En
esta poda también se eliminan las cañas que han desarrollado tardíamente. Al
igual que en la poda de verano, las cañas se acomodan y atan a los
respectivos alambres. En las plantaciones de cierta dimensión
se prefiere aprovechar sólo la producción otoñal sobre rebrotes, que se
obtiene podando al ras del suelo las plantas inmediatamente después de la
cosecha. En la primavera siguiente, desde la corona crecen los rebrotes que
son raleados dejando 12 - 15 por metro lineal en una banda de 20 - 30 cm de
ancho, conteniendo a las plantas entre 2 alambres. Este sistema de
conducción de los cultivares reflorecientes permite obtener una cosecha
otoñal más abundante y precoz, mejorar el estado sanitario de la plantación
(al evitar la fuente de inóculo representada por las cañas invernales), así
como reducir notablemente los costos operativos de la plantación. Las variedades no remontantes solamente
exigen la poda de verano descripta para las variedades remontantes. La poda
de invierno simplemente se refiere a despuntes de las cañas y a la
eliminación a ras del suelo de las cañas débiles y mal ubicadas. Además
incluye la atada de las cañas a sus respectivos alambres y el escardillado
correspondiente. Las
frambuesas son frutos muy delicados; deben ser recogidas en el momento
justo, de no ser así se caen o se deterioran. El período de cosecha comprende desde
fines de noviembre hasta principios de enero en las variedades no
remontantes. En las remontantes se presenta su segunda cosecha en
febrero-marzo y puede prolongarse hasta abril-mayo, según las condiciones
del clima. El índice de cosecha es el color y la facilidad de
desprendimiento del fruto de su receptáculo, aún cuando esté firme y
brillante. Dado el escalonamiento de la maduración,
la recolección se hace en diversas pasadas. Los intervalos de cosecha
dependerán de la variedad, estado de la plantación y de las condiciones del
tiempo. La primera recolección puede ser cada 4-5 días, pero en el período
de máxima maduración se deberá recolectar diariamente, sobre todo si se
trata de fruta para consumo fresco. El número de cosechadores por hectárea
es variable, ya que depende de la habilidad del cosechador y de las
facilidades con que cuenta el establecimiento. En el momento crítico de
maduración son necesarios alrededor de 10 cosechadores por hectárea. Como las frambuesas una vez cosechadas
no se vuelven a seleccionar, es necesario que el personal esté perfectamente
instruido acerca del estado en el que los frutos se consideran maduros. Se
aconseja limitar la recolección a las horas más frescas de la mañana con tal
que se disponga de personal suficiente. La fruta, que debe ser firme, debe
mantenerse poco tiempo en la mano; debiéndose colocar inmediatamente en el
envase de comercialización y no mezclarla con fruta sobremadura, con mohos o
dañada. Es conveniente construir un cobertizo,
al resguardo del viento y del sol, que sirva como centro de recolección y
depósito provisorio de frutos. Se recomienda usar cajas livianas, con una
capacidad de 6 a 12 cajitas de 1/4 y 1/8 kg, respectivamente. Estas cajas
pueden ser colocadas en atriles fáciles de transportar. En lo posible, se
debe bajar la temperatura de campo a 5-6ºC dentro de las 2 a 3 horas de
cosechada. La fruta para industria puede cosecharse a granel; pero si es
para congelación en IQF (congelado individual) deben aplicársele las mismas
consideraciones que para el consumo en fresco.
Heritage:
variedad remontante predominante a nivel mundial,
destinada a la producción de frutos de cosecha otoñal. La cosecha es tardía,
se extiende hasta las primeras heladas, presentando un pico desplazado hacia
abril-mayo en El Bolsón. La producción estival, es decir sobre cañas, es
temprana y de carácter regular. La planta es muy vigorosa y posee espinas
muy marcadas. Ha demostrado un amplio rango de adaptación y consistencia en
el rendimiento. Los frutos son cónicos, excepcionalmente firmes en estado
maduro, rojo claro brillante, con sabor regular, presentan un tamaño
relativamente pequeño al inicio de la maduración y después decididamente
chicos; se caracterizan por su fácil liberación y la capacidad de permanecer
en buenas condiciones incluso cuando están sobremaduros. La fruta es buena
para la elaboración de dulce aunque regular para conservas al natural. Autumn Bliss:
tiene también un amplio rango
de adaptación. El fruto no es tan firme como el de Heritage, pero posee
mejor sabor y generalmente mayor tamaño, además la cosecha otoñal se
anticipa de dos a cuatro semanas. Ruby:
fruto mediano, cónico, rojo intenso brillante, consistencia media y buen
sabor. Titán:
fruto cónico, mas bien grande, rojo intenso, consistencia mediana y buen
sabor. Tulameen:
fruto grande, rojo brillante y muy
firme, excelente para consumo fresco, presenta buen comportamiento en las
condiciones del sudeste bonaerense (Cátedra de Fruticultura, UNCPBA). Chilliwack:
fruto alargado, mediano, rojo intenso y buen sabor, firme, aunque de menor
consistencia que la variedad precedente. Buena variedad para consumo fresco. Chilcotin:
fruto redondo, mediano, rojo
brillante que no se oscurece, buen sabor, relativamente consistente, tiende
a ser blando comparado con los de Chilliwack. Se adapta tanto para el
consumo fresco como para el congelado. Schönemann:
variedad de cosecha tardía y
generalmente extendida. Presenta tallos de porte erguido y poco espinosos.
Exige suelos frescos, ligeros, aireados y permeábiles. Los frutos son muy
grandes y parejos, de forma cónica y armoniosa, color rojo oscuro opaco, con
buen sabor y semillas pequeñas, resultan excelentes para conservas al
natural. Meeker:
frutos cónicos, medianos, parejos, rojos, de buen sabor y consistencia. La
fruta es muy buena para conservas al natural. Es una variedad de cosecha
tardía, presenta bajo rendimiento en El Bolsón. Camenzind:
fruto de tamaño mediano, cónico, rojo oscuro. Willamette:
variedad temprana. Los frutos son chicos, aunque al inicio de la cosecha
presentan un tamaño mayor, son cónico-redondeados, con drupéolas pequeñas,
de intenso color rojo-púrpura oscuro, de sabor poco ácido y no muy
aromáticos. Variedad interesante para jugo, también es buena para dulce.
Zeva II:
frutos cónico-redondeados, rojo púrpura excesivamente oscuros, medianos,
heterogéneos.
A éstas circunstancias las supieron ver
Nueva Zelanda (1.950), Chile (1.980/85), luego Australia y más recientemente
Sudáfrica. Actualmente estos países son los únicos
proveedores en contraestación, de verdura y fruta fresca, entre las que se
encuentra la frambuesa, arándano y otros berries, para todo el Hemisferio
Norte. Según un relevamiento directo en los
mercados del exterior, se ha podido verificar que se están presentando
algunos problemas en la calidad de la frambuesa chilena, principalmente
cierto tipo de hongos (Botrytis). Estos países apenas aportan el 2.21% de
la producción mundial de frambuesas. Considerando estas proporciones se puede
anticipar que el impacto en los precios, ocasionado por un mayor volumen de
oferta, puede ser imperceptible. Es muy interesante recalcar que a pesar
de que se han incrementado los volúmenes de producción estacional de los
principales países productores, los precios han seguido subiendo. No hay ninguna duda de que estamos ante
el caso que en el análisis de mercados se denomina "demanda insatisfecha". Breve historia del cultivo de
frambuesas en Argentina Desde el año 1.989 hasta principios de
1.993, se produjo un boom, consistente en la plantación de frambuesa,
especialmente en Buenos Aires y algo en Santa Fe. La base argumental de esa iniciativa
fue: Cabe agregar que estas premisas son
válidas y mantienen su vigencia. La cantidad de hectáreas implantadas en
ese período, según un relevamiento directo, fueron más de 200. Los resultados fueron la consecuencia de
la conjunción de los siguientes factores : Lamentablemente, la promoción y difusión
que alentó a los productores y/o inversores, provino de quienes proveían a
estos de los principales insumos y servicios para encarar el cultivo : las
plantas y el asesoramiento técnico. La mayor cantidad de plantas fueron
importadas de Chile sin ningún tipo de control fitosanitario, ni de calidad.
Otra parte fue reproducida en viveros locales, pero siempre a partir de
plantas importadas e ingresadas sin ningún tipo de control. Y así fue que el negocio de la
producción se desvirtuó en un simple negocio de venta de plantas. Se estima que el capital invertido por
los productores y/o inversores, solamente en plantas, alcanzó los u$s
750.000. El asesoramiento técnico se improvisó.
Son muy pocos los profesionales en Argentina que tienen los conocimientos
necesarios y la experiencia para el desarrollo de este tipo de cultivos a
nivel comercial. Y con respecto a la salida comercial,
basta decir que muchos productores invirtieron y encararon la producción de
frambuesa animados, por terceros, a exportar la futura producción en fresco
a los Estados Unidos, cuando este país no permitía ni permite , el ingreso
de ese producto en fresco, ya que Argentina no está declarada como zona
libre de la plaga cuarentenaria de la Mosca del Mediterráneo, (Ceratitis
Capitata Wied). Cuando se alcanzó la etapa de la
producción , los productores al no tener una salida comercial coincidieron
en fabricar dulce y conserva, pero la demanda de esos productos es muy
limitada. Lógicamente los resultados en general
fueron pésimos. El argumento de los responsables es que el clima de Buenos
Aires no es apto para el cultivo de frambuesa. Contradictoriamente, en la provincia de
Buenos Aires, existen productores que exportan desde hace algunos años,
frambuesa fresca a Europa, se están preparando para exportarla congelada, y
abastecen el incipiente mercado local. Se puede afirmar que las plantaciones
que hoy ya no existen, fueron el reemplazo de lo que debería haber sido la
etapa previa a la implantación, o sea el análisis del desarrollo de los
cultivos en las condiciones agroclimáticas de la provincia de Buenos Aires. Hoy se puede plantar frambuesa el la
provincia de Bs.As. y se pueden esperar ciertos resultados con certeza en
cuanto a calidad y cantidad. Comercialización interna de frambuesa
Cabe agregar a lo anterior, que la
industria láctea no ha salido al mercado con productos elaborados con
frambuesa, porque todavía no se ha logrado la provisión interna de los
volúmenes necesarios. Por ahora sólo se presentó en yogurt, combinado con
frutilla. El potencial mercado interno, según
INTA-El Bolsón puede alcanzar una demanda de 3000 TN., si se extrapola el
consumo de Chile con la cantidad de habitantes de nuestro país. En Chile la frambuesa es el berry de
mayor importancia comercial, representa más del 70% del total de berries
plantados. El 70% de la producción se destina a la
elaboración para la exportación, de lo cual el 85% se congela y el otro 25%
se elabora en otros productos. Otro 20% de la producción se exporta en
fresco y el 10% restante se consume en el mercado interno. Exportación de frambuesas Como ya se ha mencionado, desde hace
unos años se exportan frambuesas frescas a Europa. Los resultados de la comercialización
externa son buenos, aunque limitados por los costos que debe asumirse por la
falta de volumen. La calidad conseguida es excelente. Argentina no puede ingresar frambuesa en
estado fresco a los Estados Unidos, por motivos ya mencionados, pero si
puede hacerlo en forma congelada. La frambuesa fresca tiene también muy
buena demanda en Europa y Canadá. No se conocen antecedentes demostrables
de alguna exportación de congelado, si, se han enviado muestras de frambuesa
congelada, producidas en Chubut, Río Negro y Buenos Aires a Estados Unidos y
Europa, con muy buenos resultados. La modalidad de venta en la exportación
de este producto en fresco es la libre consignación. O sea que este producto
se envía a los diferentes mercados, para ser vendido a los precios que se
presenten en el mercado. Esta condición se corresponde con la
condición de perecederos de los productos frescos. La modalidad de venta generalmente es
resistida por el sector productivo, dada la experiencia en la
comercialización interna por este sistema. Es importante aclarar que las
operaciones de comercio exterior están fiscalizadas en algunos mercados. Tal
es el caso de los Estados Unidos y su Ley Paca. Todos los involucrados en el circuito de
la comercialización de productos perecederos en los Estados Unidos deben
tener una licencia para operar. PACA, (Perishable Agricultural
Commodities Act.), es un Código de ética comercial que regula el
cumplimiento de las obligaciones contractuales en las transacciones de
productos perecederos. La ley provee un foro para que las
partes damnificadas puedan recobrar las pérdidas. Las licencias comerciales pueden
suspenderse o anularse por el incumplimiento de esta ley. Para el caso de productos congelados, es
posible operar con cartas de crédito u órdenes de compra. La exportación de frambuesa, fresca o
congelada, está subsidiada a través de reintegros.
Por la misma razón es desaconsejable asociar los cultivos hortícolas
citados, como asimismo el cultivarlos en zonas muy próximas. Tampoco
conviene emplear suelos que hayan sido cultivados recientemente con
frutilla, frambuesa o moras, ya que pueden presentar nematodos, vectores de
serias virosis.
Se recomienda efectuar las nuevas
plantaciones en suelos que no presenten malezas perennes. Ante la presencia
de gramón o sorgo de Alepo se debe intervenir antes del laboreo del suelo
con herbicidas apropiados, tales como el Glifosato. El éxito del
establecimiento de una plantación está directamente relacionado con el
trabajo previo realizado al suelo.
Especialmente en los primeros estados de
desarrollo el sistema radical de la frambuesa exige de un suelo esponjoso.
La distancia de plantación puede ser de 3,00 x 0,60 – 0,70 m, lo que da
alrededor de 6000 plantas por hectárea. No se recomienda reducir la
distancia entre hileras debido a que, aún cuando la luz no es un requisito
para el desarrollo del color de la fruta, la luminosidad favorece el
desarrollo robusto de las cañas.
Aunque algunos cultivares tienen un porte tendencialmente erecto, la
frambuesa necesita generalmente el empleo de soportes, ya que sus tallos se
curvan con facilidad bajo el peso de la vegetación y de los frutos
dificultando la recolección y a veces se pueden quebrar. En la cabecera de
la fila, cualquiera sea el método adoptado, es necesario poner postes
robustos, de una longitud de por lo menos 2,20 m, enterrándolos en el suelo
unos 60-80 cm. Los sistemas en contra espaldera pueden ser planos o formar un
seto bastante ancho; en el primer caso los tallos se mantienen en un plano
vertical mediante alambres superpuestos a diferentes alturas; en el segundo
se colocan parejas de alambres. El sistema más utilizado es el que lleva las
cañas abiertas en V hacia las entre filas, apoyadas en dos alambres paralelos
separados 40 cm entre sí a 50 cm del suelo y otro par de alambres separados
60 cm entre sí a 140 cm del suelo. Las cañas deben despuntarse para que no
sobrepasen los 25 cm más allá del alambre superior. Con este sistema los
rebrotes crecen en el centro de la V sin obstaculizar las operaciones de
cosecha.
El suelo se debe mantener limpio de malezas para evitar la fuerte
competencia hídrica que éstas establecen con la frambuesa; además los
numerosos hijuelos que aparecen en las calles se deben eliminar lo antes
posible para impedir que, al desarrollarse vigorosamente, debiliten
excesivamente a las plantas objeto del cultivo con la consiguiente reducción
de la productividad. Las labores deben ser superficiales (8 - 10 cm de
profundidad), ya que la mayor parte de las raíces de la frambuesa están
comprendidas en los primeros 25 cm del suelo.
Por la misma razón las plantas sufren inmediatamente las carencias hídricas.
En casos de sequías prolongadas se pueden tener reducciones de producción
del orden de los 60 - 75 %. Esta especie tiene exigencias hídricas sobre
todo durante la floración y engrosamiento de los frutos.
Esta operación se realiza todos los años y difiere según se trate de
cultivares uníferos o reflorecientes.Poda de variedades remontantes
a) Poda de verano:
b) Poda de invierno:
Poda de variedades no remontantes
Cosecha
Variedades
Variedades remontantes
La producción de frambuesas en
Argentina
Si analizamos la estacionalidad de la oferta internacional de frambuesas,
el nivel de consumo y la tendencia en la demanda que se registra en el
hemisferio norte, se puede concluir rápidamente que Argentina está en
condiciones de ofrecer éste producto en contraestación -cuando los precios
son más altos- a un mercado compuesto por alrededor de 600.000.000 de
consumidores que tienen incorporado éste producto en su dieta alimentaria
habitual.Supongamos
por un momento que si cada uno de esos consumidores, demandará en su época
invernal una frambuesa fresca (3grs), tendrían que importar 1.800 toneladas
de frambuesa.
La
demanda interna de frambuesa en fresco es prácticamente inexistente en
relación al potencial mercado consumidor que presenta Argentina; pero si
existe una demanda firme de frambuesa congelada.
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