La actividad pecuaria consiste en un conjunto de procesos técnicos utilizados en la domesticación y cría de animales con objetivos económicos, realizadas en el campo. En tal sentido, aquí puedes encontrar información y una completa guía para criar animales, además de aves de corral y actividades complementarias. Aprende también sobre la Cría de Abejas, Cría de Aves, Cría de Caracoles, Cría de Chinchillas, Cría de Ciervos, Cría de Codornices, Cría de Conejos, Cría de Gusanos de Seda, Cría de Lombrices, Cría de Nutrias, Cría de Ñandúes, Cría de Patos, Cría de Ranas.
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En Sudamérica existen diversas clases de camélidos, entre los cuales se
pueden observar la Llama, la Vicuña, el Guanaco y la Alpaca.
El mayor de los camélidos sudamericanos es la Llama, que a su vez es
un animal considerado doméstico y muy dócil. Produce carne magra y
su piel es utilizada para distintas confecciones textiles y ropas de
abrigo.
Es natural del altiplano andino, una región que abarca desde el sur
del Perú hasta el noroeste argentino y habita fundamentalmente en
Perú, Ecuador, Bolivia y Argentina
Las llamas tienen una gran resistencia a las bajas temperaturas y a
la sequía, pudiendo cargar aproximadamente 100 kilos durante 20
kilómetros.
Su tamaño es mediano, de hasta 1,2 metro de altura y 180 kg. de
peso. Tienen una expectativa de vida de 24 años.
Crianza mínima: lo más aconsejable es comenzar con 2 ejemplares
machos y 4 hembras.
La inversión inicial ronda
los USD 6.000, con un retorno aproximado de 2 años.
Reproducción: Una cría por año
Las crías se comercializan a partir de los 6 meses. Es recomendable
adquirir varios ejemplares en lotes ya que en forma individual las
hembras tienen un valor superior al de los machos.
Para la crianza extensiva si bien es preferible terrenos altos y
fríos, las llamas se adaptan también a regiones más cálidas,
inclusive hasta el nivel del mar.
Las llamas son animales rumiantes y se alimentan a base de forraje,
heno, caña de azúcar y sales minerales. También pueden consumir
raciones para bovinos o equinos a razón de 1,5 kg diario.
A partir de los 2 años de edad y con un peso aproximado de 150kg.,
las hembras ya están en condiciones de dar a luz. El mejor período
para la procreación de estos animales es en el trimestre
octubre-diciembre, y la gestación tiene unos 8 meses de duración,
tras lo cual la hembra da una sola cría.
En materia de sanidad, es importante que cada 3 meses se realice una
fumigación en el área donde pastan los animales para prevenir la
bronquitis parasitaria.
También debe suministrarse cada 4 meses la vacuna “triple” contra la
mancha, la gangrena y la entero toxemia.
A su vez, se puede complementar el tratamiento sanitario con un
suplemento vitamínico (vitaminas A, D y E ) que favorece a las
hembras y baja el riesgo de mortalidad en el parto, así como también
desparasitar a los animales 3 veces al año.
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El
caracol es hermafrodita, es decir que posee órganos sexuales
de ambos géneros, aunque tiene que aparearse para que exista
fecundación. El ritual de apareamiento tiene una duración de
10 horas, y el período entre el apareamiento y el desove,
ronda los quince días.
Para poner los huevos, el caracol hace un hoyo en la tierra
de aproximadamente 3 a 4 cm. de profundidad, introduciendo
en él, la parte anterior de su cuerpo. Cada vez que realiza
esta acción demora varias horas y en cada una el caracol
pone entre 50 y 120 huevos de unos cuatro milímetros de
diámetro.
Posteriormente, cubre el hoyo y comienza así el período de
incubación - entre 2 y 4 semanas -. Al poner muchos más
huevos de lo que representa el volumen de su cuerpo, el
caracol puede morir extenuado durante el proceso.
En cautiverio, el caracol se reproduce en la Primavera y el
Otoño y habiendo condiciones climatológicas adecuadas, puede
reproducirse con mayor periodicidad.
El caracol destaca por su alta demanda en los mercados
gastronómicos. Los consumidores valoran sus propiedades
alimenticias (tiene las mismos calorías que el pescado, pero
sólo la mitad de la grasa, y es siete veces más rico en
sales minerales).
Hoy en día, los canales de distribución están empezando a
comercializar los productos en el mercado congelado, listos
para cocinar.
A su vez, en los últimos años, se han descubierto
propiedades magníficas en el caracol, que han dado paso a
una verdadera revolución en la industria cosmética. La baba
de caracol, ofrece beneficios muy importantes para la
regeneración de la piel y es muy utilizada para la
elaboración de cremas anti edad.
El proceso de obtención de la baba de caracol se realiza
colocando los caracoles en tinas giratorias, en donde
segregan baba hasta su extenuación. La misma se va
escurriendo en reservorios donde se inicia el proceso de
purificación, de la que se extrae una sustancia muy rica en
proteínas naturales, y cuyo valor en el mercado puede
alcanzar los USD 500 por litro, debido a lo costoso del
proceso.
La chinchilla es considerada una especie en
extinción. Actualmente se reproducen en la región de los
Andes. Una forma de preservar la especie es mantenerlas
en cautiverio.
La crianza de chinchillas es una actividad rentable,
apropiada para la exportación de pieles ya que se
comercializan en los mercados a excelentes precios, ya
que la piel de la chinchilla es la única que no es
posible producir en forma artificial. Se utiliza para la
fabricación de abrigos y tapados.
La chinchilla requiere de poco espacio, ya que son
animales muy limpios, que no dejan olores desagradables
en el ambiente, por tanto, los cuidados más importantes
que deben tenerse para su crianza intensiva son:
mantener el agua limpia, una higiene periódica del
criadero, controlar la sanidad, brindarles una
alimentación correcta y condiciones adecuadas de
temperatura.
Dependiendo de la calidad del reproductor, lo ideal es
comenzar con un grupo poligámico integrado por un macho
y cinco hembras. La chinchilla es muy fértil y está apta
para la procreación hasta los 15 años.
La chinchilla puede dar a luz dos veces al año, dos
crías cada vez pudiendo llegar hasta 4 crías, y en un
local adecuado de aproximadamente 25m2, pueden criarse
unas 100 hembras.
En materia de alimentación, es muy importante
suministrarles una dieta de origen vegetal compuesta por
alfalfa seca y raciones que contengan avena, cebada,
maíz, soja, germen de trigo, almidón, sales minerales,
albúmina de huevo, y complejos vitamínicos
complementarios.
Deben observarse las heces diariamente, las que deben
ser abundantes y secas. Las chinchillas requieren de un
baño diario con carbonato de calcio para mantener el
pelaje suave y brillante.
La temperatura ideal para la crianza de chinchillas es
de 18°a 22°C. Es conveniente instalar un equipo de aire
acondicionado en el predio.
La chinchilla está en condiciones de procrear a partir
de los 7 meses de vida, siendo muy activa en los
primeros diez años.
Las crías pueden comenzar a alimentarse con ración y
alfalfa a partir de los 10 días de nacidos, y deben
permanecer con la madre durante los primeros 45 días
después de su nacimiento.
La
crianza de ciervos es una actividad que tiene un gran potencial para
el comercio de carne y cuero.
En
muchos países, tales como Estados Unidos, Canadá, Chile y Argentina,
es común el consumo de carne de ciervo, la cual tiene un sabor
agradable, es muy nutritiva y saludable ya que tiene bajo contenido
de grasa.
Con el cuero del ciervo se confecciona zapatos, cintos y demás
productos aptos para la vestimenta. Las cornamentas son utilizadas
en la confección de muebles, adornos y artesanías finas.
Cabe señalar que los cuernos del ciervo (velvet, del inglés:
terciopelo) son estructuras óseas que se desarrollan solamente en la
cabeza de los ciervos machos y son útiles para los animales en la
disputa por las hembras que componen la manada, así como en la
defensa de su territorio. Cuando nacen tiene una textura suave
afelpada, luego adquieren consistencia ósea y posteriormente caen,
para volver a crecer en períodos anuales.
El ciervo es un mamífero muy dócil, rumiante y herbívoro, por tanto
necesita un terreno con buenas pasturas y preferentemente con buenos
sombríos. Se alimenta fundamentalmente de forraje, hierbas y heno.
También es aconsejable que reciban raciones similares a las que se
les brindan a los bovinos, y complementariamente sales minerales,
frutas y gramíneas.
Para iniciar la crianza, es ideal comenzar con dos hembras y un
macho.
Todas las especies de ciervos dan a luz una cría por año. El período
de gestación es de 7 a 8 meses. La vida reproductiva del macho se
extiende hasta los 18 años aproximadamente mientras que las hembras
pueden procrear hasta los 15 años.
En el caso de algunas especies, el ciclo de apareamiento está
definido por la renovación de las cornamentas del macho.
Las
codornices son pequeñas aves, buenas ponedoras y fáciles de manejar,
y constituyen una buena opción para comenzar un emprendimiento
avícola.
La venta de huevos de codorniz es la opción más indicada para
productores que se inician en la actividad, ya que requiere baja
inversión, poco espacio y ofrece un buen retorno.
Su carne es sabrosa y los huevos tanto al natural como en conserva,
tienen alta demanda en los mercados gastronómicos, ya que se
caracteriza por tener bajos índices de colesterol, mucha proteína,
vitaminas B1 y B2, así como hierro, fósforo y calcio.
Las codornices producen huevos en forma diaria y por períodos
prolongados.
La crianza de codornices para reproducción tiene un costo mayor, ya
que requiere de equipamientos especiales.
Si bien es una actividad simple, ya que las codornices son sencillas
de manejar, tienen un crecimiento rápido y son muy productivas, hay
que tener cuidados mínimos tales como que las aves sean de un origen
reconocido, tengan una alimentación adecuada, en un entorno de
higiene ambiental y control de la sanidad animal.
Las codornices pueden ser criadas en un pequeño galpón en donde se
ubiquen jaulas de alambre galvanizado, dispuestas en sistema de
batería, una encima de la otra.
Es muy importante que los ambientes estén protegidos de corrientes
de aire y tengan una buena ventilación. Las mejores regiones para la
crianza de codornices son aquellas que no presenten oscilaciones
climáticas ni muy húmedas. Si bien, las aves son bastante
resistentes, prefieren un clima estable con temperaturas de 25
grados, sin exponerse al sol o al viento directamente.
A su vez, el estiércol de la codorniz también se puede aprovechar
como abono para viveros y huertas. Del mismo modo, en el caso de
crianza para faena, los huesos, cabeza, patas y vísceras, son útiles
como materia prima para la producción de jabón y aceite.
Es
importante destacar que no existe un único sistema de producción
para faena que sea considerado el mejor en cualquier situación o
región.
Las condiciones tales como clima, suelo, topografía, inciden
notoriamente para la elección del sistema de producción, lo cual
puede variar de región a región.
En climas áridos, las condiciones del suelo pueden presentar serias
limitaciones para la producción de forraje, lo cual dificulta la
aplicación de un sistema de producción intensiva.
En zonas de grandes pasturas, las características de la actividad
deben basarse en la distribución de la tierra, donde la actividad
tiene buenas posibilidades de manejo conjunto con el ganado bovino.
De esta manera, el pastoreo conjunto, permite aprovechar toda la
estructura de praderas, alambrados y aguadas ya existentes, además
del manejo sanitario de las poblaciones (ovina y bovina) y el
control de la verminosis y demás enfermedades parasitarias.
En la crianza de ovinos, el número de corderos disponibles para
faena, depende fundamentalmente de 2 factores:
Mayor disponibilidad de vientres fértiles por área, es decir, cuanto
mayor sea el número de madres aptas para procrear, aumenta el
potencial de producción de corderos.
Alta eficiencia reproductiva, lo que significa que cuanto mayor es
la fertilidad ( medida entre la cantidad de ovejas fértiles en
relación al total de animales del rebaño ) y el número de crías
obtenidas en cada parto, y cuanto menor sea el intervalo entre
partos, aumenta el número de corderos producidos anualmente.
De este modo, la alta producción de corderos para faena se obtiene
con la mayor eficiencia posible en la que se complementan varios
factores, vientres fértiles, prolíferos y buena dotación de animales
por área, sin estacionalidad reproductiva.
El primer paso es seleccionar madres de tamaño medio o pequeño (40 a
75 kg de peso), eficientes en términos reproductivos ( fértiles,
prolíferas ) y de razas más rústicas, es decir, con menos exigencias
desde el punto de vista nutricional y menos sensibles a los
problemas sanitarios (ej. verminosis),
mantenidas en buenas condiciones de crianza y manejo reproductivo.
Cabe señalar que los animales de menor porte son más adecuados a los
sistemas de producción basados en pasturas, ya que permite disponer
de un mayor número de vientres por área, lo que también contribuye a
obtener mayor cantidad de corderos por área anualmente.
A su vez, en la elección de los animales debe considerarse que
aquellos de pelaje oscuro, absorben mayor radiación solar, lo cual
redunda en un aumento de la temperatura corporal, lo cual provoca
una disminución en el consumo de alimentos y un desempeño menor.
Del mismo modo, ejemplares con poca pigmentación tampoco son
adecuados para climas tropicales, ya que son más propensos a sufrir
la acción del sol.
Cuando las hembras son bien alimentadas, presentan ciclos fértiles
en cualquier época del año, lo que se llama no estacional, o sea, un
parto cada 7 meses aproximadamente.
Promedialmente, un ovino consume aproximadamente un 3,5%, de su peso
vivo, en materia seca por día.
Ejemplificando, una oveja de 70 kg. de peso puede consumir hasta
2,45 kg de materia seca por día, mientras que un ovino de 40 kg. de
peso, puede consumir hasta 1,4 kg del mismo compuesto.kg. de
peso, puede consumir hasta 1,4 kg del mismo compuesto.
Información en Cría de Conejos
La
sericultura, es el nombre que recibe esta actividad agroindustrial
que tiene sus orígenes en China hace más de cinco mil años.
Su objetivo es la producción de hilos de seda para la industria
textil. Algunos de los mayores productores mundiales de seda son
China, Japón y Brasil.
La especie Bombyx Mori, conocida
tradicionalmente como gusano de seda, es un insecto de gran
importancia económica, ya que sus capullos son utilizados en la
fabricación de la seda.
Más del 95% da seda producida en el mundo, proviene del Bombyx Mori,
un insecto que actualmente se considera domesticado, debito a la
fuerte manipulación genética a la que fue sometido, con el objetivo
de obtener una especie eficiente en la producción de seda.
Los hilos de seda son un producto filamentoso de origen proteico,
producido por las glándulas del insecto en el proceso de gestación,
nacimiento, muda y metamorfosis.
Los mayores peligros que enfrenta la cría de gusanos de seda son los
virus de la poliedrosis citoplasmática y el virus de flacidez
infecciosa, por lo cual hay que tener especial cuidado en su
prevención.
El huevo mide aproximadamente 1 a 1,3 mm, y es oval, achatado, de
color amarillo al principio y más oscuro después. Una vez
interrumpido el período de latencia, ( 7 a 21 días ) la larva sale
del huevo.
Así, el ciclo larvario va desde la eclosión del huevo hasta la etapa
de formación del capullo y tiene una duración aproximada de 25 días.
Al salir del huevo, la larva tiene un tamaño de 1 a 3 mm,
crece mucho y necesita cambiar su exoesqueleto en un proceso que se
llama muda, y que se repite 4 veces hasta la formación del capullo.
Ya en su quinta muda, la larva presenta 7 cm de longitud y su órgano
más desarrollado es la glándula sericígena. Al final de esta etapa,
la larva teje un capullo de seda, constituida principalmente por las
proteínas fibroína y sericina, que son producidas por las glándulas
de la seda y expelidas por la boca.
Formado el capullo, la larva inicia el proceso denominado de
metamorfosis, formando la crisálida y continuando el proceso de
transformación hasta la formación de un individuo adulto, que es la
mariposa. Esta etapa dura aproximadamente unos diez días, luego de
lo cual comienza el período de reproducción en el cual se pueden
obtener hasta 500 huevos por cada mariposa.
Para realizar la crianza, se puede utilizar un galpón en un espacio
de no más 60 metros cuadrados, lo cual le permitirá obtener un
rendimiento de 70 kg de capullo por zafra. El manejo de los insectos
puede realizarse sobre esteras, también conocidas como camas. La
ubicación debe estar limpia, libre de contaminación y con
circulación de aire bueno. Además, es necesario controlar la
temperatura y la humedad relativa del del ambiente, manteniéndolo en
niveles apropiados para cada edad a través de ventanas abiertas.
Durante los siete primeros días de vida, primera y segunda edad, la
temperatura ideal para la ubicación del establecimiento es 26 a 27
grados y una humedad relativa de 90%. En la tercera y cuarta edad,
se recomiendan 24 a 25 grados y una humedad del 75%, mientras que en
la quinta edad lo ideal son 23 grados y una humedad del 70%.
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Cría de Lombrices
La
existencia de lombrices en las áreas de cultivo siempre fue asociada
a las mejores producciones. Lamentablemente, las modernas técnicas
intensivas de preparación y manejo de los suelos, han traído como
consecuencia el empobrecimiento de las tierras, reduciendo los
niveles de materia orgánica y en consecuencia, las poblaciones de
lombrices en los campos. No obstante, el desgaste del actual modelo
de producción agrícola basado en el uso intensivo de insumos
externos en las propiedades rurales, surge la imperiosa necesidad de
un nuevo modelo de producción agrícola, basada en prácticas que
además de ser técnica y económicamente viables, sean adecuadas del
punto de vista ambiental y favorezcan la autonomía de los
agricultores.
En ese contexto, la agro ecología ha impulsado la producción de
adobos orgánicos de calidad, y es así que la lombricultura pasa a
ser un eje fundamental de nuevos modelos de producción.
Por norma general, es posible hacer humus de cualquier material
orgánico que se descomponga, y en ese sentido el humus de lombriz,
que se obtiene a partir de las heces de la lombriz, al aplicarse en
el suelo, actúa de forma muy positiva favoreciendo la conservación
del mismo y ayudando en el desarrollo de las plantas.
La lombricultura es la cría de lombrices sobre condiciones de
control adecuado, con el objetivo de producir humus para adobo
orgánico.
Es una actividad perfectamente adaptable a la pequeña escala de
producción, por su facilidad de manejo y su expansión en el entorno
de las propiedades familiares, como fuente alternativa de ingresos.
Si bien prefieren ambientes húmedos, las lombrices no toleran bien
entornos con estancamiento de aguas o demasiado regados, pues ellas
respiran por la piel y en lugares donde hay excesiva acumulación de
agua, es natural que haya poco oxígeno. En estos casos puede verse a
las lombrices salir del suelo para buscar entornos más secos.
Las lombrices tienen muy desarrollados el gusto y el tacto. Ambos
sentidos son muy importantes para las lombrices y pues les ayudan a
localizar los alimentos que prefieren, identificar a sus parejas
para aparearse y hubir de sus predadores.
Las lombrices rojas californianas se alimentan de residuos animales
o vegetales. Debe tenerse especial cuidado en que el alimento que se
suministre a las lombrices, esté limpio de objetos extraños tales
como piedras, plástico o vidrios.
Entre los materiales mas usados, está el estiércol bovino, y también
es posible utilizar estiércol de otros animales tales como cerdos,
caballos, ovejas o conejos.
No se recomienda alimentar a las lombrices con estiércol fresco, ya
que puede fermentar y matar a las lombrices. Es estiércol debe estar
semi-curtido.
Para prepararlo debe formarse un montón de 30 a 40 cm. de altura y
humedecer periódicamente para que nunca se reseque
por fuera. Cada 48/72hs. remover invirtiendo la parte de abajo con
la parte de arriba. Este proceso debe repetirse varias veces y al
cabo de 3 semanas dependiendo de las condiciones climáticas, tendrá
las condiciones de humedad ( 10 litros de estiércol deben pesar unos
6 a 7Kg. ) y temperatura (30°C) adecuadas.
Para ofrecer una alimentación balanceada, es bueno incorporar al
estiércol algunos residuos vegetales existentes en el
establecimiento, restos de frutas y verduras, procurando evitar la
acumulación de restos vegetales muy voluminosos que puedan atraer
moscas, insectos y ratas. Siempre es
recomendable picar estos residuos antes de dárselos a las lombrices.
Evitar el uso de carnes o restos de ensaladas con sal y aceite, ya
que además de perjudicar la respiración de las lombrices, provocan
su deshidratación.
La
nutria es un animal silvestre con buena capacidad de reproducción y
crecimiento. El sistema de crianza más idóneo es el semi-intensivo.
Su carne es de excelente calidad ya que contiene grasas menos
saturadas que las carnes rojas. Su piel es utilizada en la industria
textil con gran suceso, y su cuero se emplea en la confección de
zapatos.
El aceite de nutria se aprovecha también en la industria homeopática
para el tratamiento de la turberculosis y los dolores del nervio
ciático, así como también se emplea para neutralizar el
envejecimiento de la piel y demás usos medicinales.
Para comenzar la crianza de nutrias, el rebaño debe ser adquirido de
otros criadores o bien capturado en su entorno natural, con las
autorizaciones de caza correspondientes.
Lo ideal es comenzar con una población de 15 hembras y 2 machos en
un área de aproximadamente una hectárea, lo que permite obtener al
cabo de un año unos 75 animales prontos para faenar.
La alimentación a base de hierba, debe complementarse con granos de
maíz integral, como componente energético, pudiendo incluirse
también residuos de arroz seco, sorgo forrajero, avena, caña de
azúcar y mandioca.
La faena debe ser hecha con un año de edad y un peso entre 35 y 45
kg. Los machos pueden ser faenados con 35kg.
El período de madurez sexual de las hembras es entre los 13 y 24
meses mientras que los machos alcanzan su mejor rendimiento entre
los 15 y 24 meses.
El período de gestación es de 5 meses y la media de crías por parto
es de 4, pudiendo ofrecer un parto cada 8 meses durante sus primeros
7 años de vida.
Es importante fumigar el área contra la verminosis dos veces al año
y controlar las garrapatas con productos para bovinos.
Las nutrias presentan una gran actividad al inicio y al final del
día, viven bien en familias y grupos jerárquicos y les gusta marcar
su territorio, prefiriendo lugares tranquilos, sin muchos ruidos,
con abundantes aguadas. Es importante cercar el perímetro hasta 1,5
m. de altura y prever la construcción de un pequeño refugio - en
caso de no haber zonas arboladas en el área - para que los animales
puedan estar al abrigo.
Como puede verse, las instalaciones son muy simples y pueden
utilizarse zonas de bañados, estanques y terrenos bajos. Incluso
puede alcanzarse una mayor eficiencia combinando esta actividad con
la cría de patos, ñandú, piscicultura y demás
cultivos acuáticos.
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La
crianza del ñandú constituye una excelente opción de negocio
agropecuario. Para comenzar, lo ideal es comenzar con una población
de 6 hembras, 4 machos, y disponer de unas 5 há. de campo alambrado
hasta 1,5 de altura.
Las hembras alcanzan su madurez sexual al año de vida y a los dos
años pueden poner unos 20/25 huevos por período. El cuidado de los
huevos y las crías es responsabilidad de los machos y a diferencia
de lo que sucede con la cría de avestruces, los ñandúes incuban en
forma natural los huevos mientras que aquellos requieren de
incubación artificial, lo cual exige una inversión mucho mayor por
parte del productor. En cautiverio, el macho puede incubar hasta dos
veces por año.
La cantidad de huevos que puede poner la hembra puede aumentar
dependiendo de las técnicas empleadas por productores o criadores.
El nacimiento de las crías está directamente relacionado con las
condiciones climáticas, la selección genética, y los recursos que se
disponga.
Por ejemplo, es importante invertir en una incubadora, pues aumenta
la postura, ya que al sacar los huevos del nido, la hembra se
estimula a poner más huevos.
El ñandú es de crecimiento rápido, alcanzando hasta 1,5 metro de
altura y un peso cercano a los 40 kilos.
Los ñandúes se alimentan a base de hierbas, mandioca, maíz, frutas,
legumbres, verduras, inclusive producidas en el propio
establecimiento, lo cual reduce mucho los costos de producción, ya
que las raciones tiene un precio alto en el mercado.
Son animales rústicos que presentan una baja mortalidad y exigen
poco cuidado en el manejo diario. No ocupan mucho espacio.
Las zonas con períodos cortos de lluvias, planas con un buen
drenaje, son las más apropiadas para la crianza.
El agua puede ser distribuida a través de bebederos, localizados en
áreas sombrías a una altura máxima de 30cm.
Es aconsejable construir dentro del área seleccionado espacios
cubiertos de 30 m² para facilitar la alimentación y servir de
refugio para los animales.
Para
implementar un proyecto de crianza de patos, puede
comenzarse con un macho y tres hembras en un galpón de
20 metros cuadrados, con buena sombra, ya que las altas
temperaturas ocasionadas por una alta exposición al sol
pueden causar la muerte de las aves.
El piso del galpón debe ser pavimentado, com caida para
el sector donde deben implementarse los bebederos, de
manera de facilitar la limpieza y el escurrimiento del
agua. A su vez debe cambiarse el agua todos los días
para evitar que se contamine y fumigar con productos
específicos para prevenir la verminosis.
Es muy importante mantener el piso libre de humedad,
utilizando asserrín o pasto seco, ya que es uno de los
principales factores de mortalidad, además de causar
reumatismo en las extremidades inferiores, lo que puede
producir arqueamiento y retraso en su crecimiento.
Los patos se reproducen de forma simple, aunque son más
lentos que las gallinas. El período de incubación luego
de puesto el huevo es unos 30/32 días, hasta que la cría
rompe la cáscara. Deben permanecer al lado de la madre
en los primeros quince días de vida para alimentarse,
hasta que pueda andar y alimentarse solo.
En la primera semana, pueden albergarse unas 40 aves
recién nacidas por metro cuadrado. Esa cantidad
disminuye a medida que los patos van creciendo hasta
llegar a las 3 aves por metro cuadrado cuando alcanzan
los 45 días de vida.
Los patos recién nacidos requieren de mucho cuidado en
su manejo. Nunca agarre a las aves por las alas o por
las patas. Deben tomarse por el pescuezo o por el
cuerpo. Tampoco debe dejarse que los patos entren en el
agua antes de las 3 semanas de vida.
La alimentación es el factor más importante para quien
se inicie en la cría de patos para engorde y faena. Al
primer día de vida, ya pueden beber agua y comer ración.
El consumo de ración en las primeras semanas es muy
pequeño, pero aumenta rápidamente a partir de la quinta
semana. En 45 días tanto los machos como las hembras
pueden alcanzar los 3kg. de peso. Luego de de los dos
meses, pueden alcanzar los 4 kg.
La alimentación debe ser diversificada. Además de ración
balanceada, es conveniente complementar con verduras y
hortalizas. En la etapa adulta, es conveniente utilizar
ración de engorde para aumentar la producción de huevos.
La carne es más sabrosa y tierna si la faena se realiza
en los primeros 3 o 4 meses.
Información en Cría de Ranas