Aprende acerca del cultivo del aloe vera como idea de negocio para
iniciar un micro emprendimiento.
El
Cultivo del Aloe Vera
En los últimos 50 años, las propiedades regeneradoras y cicatrizantes del
aloe
vera han sido comprobadas a través del desarrollo de la industria farmacéutica y
cosmética.
En tal sentido, se han confirmado sus propiedades terapéuticas para el
tratamiento de quemaduras, heridas y úlceras de piel, así como sus
propiedades laxativas.
Para evitar las malas condiciones atmosféricas, es
conveniente plantar el aloe en lugares resguardados. No
obstante, requiere mucha luz, aunque es preferible
que no esté expuesta de forma directa.
E
l terreno tiene que ser arenoso, aunque no es una
condición imprescindible, ya que también crece en óptimas condiciones en
tierras volcánicas, como es el caso de las Islas Canarias. Lo que sí es muy
importante es que el terreno tenga un buen drenaje y sea ligeramente ácido.
La siembra debe realizarse dejando una distancia de dos metros entre una
planta y otra, ya que el aloe echa grandes raíces y pueden llegar a
enredarse unas con otras, quitándose así los recursos naturales o fusionarse
hasta convertirse en marañas de matas que se ahogan entre sí. La
reproducción es por estolones, siendo el otoño la mejor época del año para
llevar a cabo este proceso.
Nunca debe realizarse en invierno. El riego no es un elemento
imprescindible, gracias a su gran resistencia a la falta de agua. Aún así,
es recomendable regarla con poca agua, lo que nos permitirá dos recolectas
anuales. En caso contrario, sólo podemos cortar hojas una vez al año. Si se
desea tener una siembra personal en casa debe realizarse de la siguiente
manera.
Para su cultivo, es mejor hacerlo en maceta de barro en vez de plástico.
Este lo llenaremos con tierra normal de jardín con un 50% de turba, a partes
iguales. En el fondo pondremos un drenaje de dos dedos de grava. Se cubrirá
la planta hasta el nacimiento de las hojas, esperando un par de semanas,
para empezar su riego, así dará tiempo a cicatrizar sus heridas durante el
trasplante. Situar la planta en lugar soleado y cálido, donde tenga mucha
luz de sol.
En el invierno, la protegeremos
del frío. Su reproducción mediante hijos que le nacen alrededor. Cuando
estos tengan una altura de cuatro dedos, se han de separar de la planta
adulta. Lo podemos hacer de dos maneras: Hurgando con los dedos, hasta
encontrar su unión de madre e hijo, y la otra, sacándola totalmente de la
maceta, separándola de la madre con más precisión y con todas sus raíces,
aprovechando así, para recortar las raíces de la planta madre, si es que las
tiene demasiado largas, y añadiendo abono vegetal orgánico en la tierra al
plantarlo de nuevo.
Hay que recordar, que no se puede regar durante las dos primeras semanas
después de su transplante.
Los hijos se dejan secar las heridas, durante un par de semanas, sin
exponerlos al sol directamente, pudiendo plantarlos individualmente en
maceta.
Hay muchos tipos de Aloe. Para evitar, que la planta se pueda polinizar por
otra clase de Aloe y las semillas se vuelvan híbridas, hay que asegurarse
que no hay otros aloes cerca (recordar, que el viento es un agente
polinizador muy activo). Si no se tiene la seguridad que esto pueda suceder,
hemos de cortar la vara de la flor a media altura, por debajo de donde están
las flores, antes de que se abran. El resto de la vara, lo sacaremos
fácilmente, cuando esta quede seca.
Todas las plantas de Aloe tienen propiedades curativas, sobre todo las
adultas de tres años aproximadamente desde que han hecho la flor.
Advertencia
Hay distintos tipos de aloe que no deben mezclarse, porque
se corre el riesgo de polinizar unas plantas con otras,
creando híbridos que desvirtúan las características del
aloe que queremos obtener. En caso de no estar seguros de
que esto pueda ocurrir, la mejor opción es cortar la vara
de la flor a media altura, por debajo de donde están las
flores, antes de que se abran. El resto de la vara lo
sacaremos fácilmente, cuando esta quede seca.
El aloe es como un ser vivo, por tanto nace, crece y se
reproduce. Esto significa que de la primera semilla que
frota saldrá una planta madre, de cuya raíz nos pueden
salir otras plantas de aloe consideradas sus hijos. Estos
hijos deben ser cortados de raíz cuando tengan la altura
adecuada (unos cuatro dedos), para ser replantados a la
distancia pertinente, de forma individual.
Las propiedades curativas del aloe se manifiestan cuando
la planta llega a la edad adulta, hecho que sucede a los
tres años, aproximadamente desde que han hecho la flor.
Recolección
La recolección debe realizarse cuando el aloe tiene
entre dos y cinco años, es decir, cuando es una planta
adulta. El corte hay que hacerlo sobre las hojas más bajas,
exteriores y más próximas a la tierra, porque son las más
viejas y tienen concentradas todas su propiedades curativas.
La herida cicatriza sin alterar el crecimiento de la planta.
La cosecha
podrá tener dos cortes si se riega, si no sólo podrá
cortarse una vez al año. Los cortes se harán en los meses de
febrero y marzo el primero, y de septiembre y octubre el
segundo. En definitiva, tendrá que haber una duración de
seis meses entre corte y corte.
Si se guardan
todas las condiciones expuestas en estas páginas, la planta
del aloe vivirá bastantes años, pudiéndole sacar un
rendimiento óptimo e incluso ampliar la cosecha de forma
sistemática con las nuevas semillas y "descendencia"
producida por el aloe.
Tratamiento
Las células del periciclo localizadas en la parte más
alta de los bultos vasculares contienen un líquido
amarillo conocido como la savia amarilla o látex. Este
material contiene altas concentraciones de aloin (zumo) y
similares de antraquinona, lo que ejerce una poderosa
acción laxante cuando se ingiere.
Para evitar contaminar el filete interior con la savia
amarilla se desarrolló el método tradicional de fileteado
a mano del aloe vera. En este método se corta con un
cuchillo afilado la base de la hoja en aproximadamente una
pulgada, así como también se corta una superficie de entre
dos y cuatro pulgadas de la parte superior de la hoja, y
las partes laterales en las que se encuentran pequeñas
espinas.
Una vez pelada la hoja, se introduce un cuchillo en la
capa de la jalea que se encuentra pegada a la hoja y se
quita la parte superior; la misma operación se realiza
para la parte inferior.
Una cantidad significativa de
jalea que se mantuvo adherida a la hoja se desecha. El
filete obtenido, ya limpio, se establece en la cubierta de
la mesa de fileteado. Esta es una situación crítica, ya
que la concentración más alta de elementos potencialmente
benéficos del aloe vera se encuentran en estos filetes.
Esta carpa representa a los elementos benéficos
sintetizados en las células vasculares cuyo poder proviene
de la energía proporcionada por la fotosíntesis.
Los materiales de la capa de la jalea subsecuente a su
síntesis se distribuyen en las células de almacenamiento
del filete, un proceso que está acompañado por disolución
proporcionada por el agua, almacenada en las células. El
filete consta de más del 99% de agua.
Como todo este proceso del fileteado es muy laborioso se
han diseñado máquinas capaces de imitarlo, pero
generalmente el producto contiene más altas cantidades de
laxantes antraquinona que las que contiene el aloe vera
fileteado a mano de la forma tradicional.
También existe otro proceso de gran eficacia para obtener
jugos de la savia del aloe más eficaces. Éste es el de la
hoja entera, que actúa de la misma manera para remover la
base y la punta de la hoja de aloe, que el fileteado
tradicional. Luego se corta la hoja en secciones y se
deposita sobre un lugar adecuado para continuar con el
proceso, donde el material es tratado con productos
químicos especiales que rompen la estructura hexagonal del
filete liberando los elementos que lo constituyen.
Por medio de una serie de ásperos filtros y pantallas o
pasando a través de una máquina para hacer jugos, las
partículas de la cáscara son removidas. Después el jugo
sale a través de varias columnas de filtros las cuales
remueven los agentes laxantes indeseables.
Todo este proceso, desarrollado adecuadamente, puede
producir un jugo rico en componentes virtualmente libre de
los elementos laxantes.